miércoles, 21 de octubre de 2009

ANEXO: FILOSOFIA DEL LENGUAJE


Una reflexión inicial llama mi atención: ¡hablamos!, los seres humanos hablamos, otras especies no lo hacen, es cierto que lo hacemos permanentemente, aun cuando creemos que guardamos “silencio” sin percatarnos estamos hablando, es la antítesis del silencio.  Sin embargo reprimimos el orgullo de un privilegio, ser consientes de una de las virtudes que nos diferencia de otras especies y que de hecho nos hace humanos, hablamos mientras pensamos, mientras leemos, mientras contemplamos, es más difícil estar en silencio que hablar, de ahí que algunas formas de meditación nos inviten a “dejar la mente en blanco” o “silenciar la voz interior”.

A la capacidad de razonar debemos atribuirle este fenómeno, que es de hecho; otra de las características que nos alejan de las demás especies, poseemos características especiales en nuestro cerebro que nos facultan para efectuar el acto de hablar, sin implicar que tengamos órganos especializados para el habla, mas aun; nos facultan para usar el lenguaje y este propiamente dicho en todas sus expresiones, oral, escrito y gestual, pero atrevernos al intento de dilucidar cuál de estas expresiones apareció primero en la humanidad es aventurarnos en a descubrir la encrucijada de “el huevo y la gallina”, tanto como pretender descubrir si fue el lenguaje humano el que origino la cultura, o fue la cultura originada por el lenguaje humano, no obstante, el lenguaje moderno es producto de la cultura y simbióticamente contribuye a crearla, el mundo humano esta creado a partir del lenguaje; la literatura, el arte, política, sociología, podríamos hacer una lista interminable de creaciones que dependen del lenguaje humano de este modo poseemos,  gracias al lenguaje; una facultad creadora en el universo sin que otra especie conocida la comparta con nosotros.

Durante diferentes periodos de la historia (en particular de la contemporánea) y usando diferentes métodos se ha tratado de inducir a algunas especies animales en el uso del lenguaje, enseñándoles a reproducir lenguajes gestuales humanos, como el sordomudo y el éxito en los experimentos ha sido mayor del esperado, los animales demuestran una gran capacidad para comunicar lo que aprenden, sin embargo referirse al pasado, al futuro a hechos imaginarios u abstractos, es una capacidad que solo el ser humano demuestra desde tempranas edades. Exhibe  nuestro lenguaje el hecho de no ser instintivo como el de los animales que dan voces de alarma ante peligros o señales químicas para referirse a comida, nuestro lenguaje está relacionado con la cultura, sin implicar que carezcamos de reacciones básicas instintivas implícitas en el, como llanto sonrisa, de aquí que podamos decir que nuestro lenguaje no solo es icónico como en los animales, es además digito y esto marca la notable diferencia.

Mencionan Francisco Conesa y Jaime Nubeola en su Filosofia del Lenguaje como conclusión del tema “el hombre, ser que habla” declaran: “el lenguaje compete de manera propia e intrínseca únicamente al ser humano” declaración de la cual discrepo pues si bien; nuestro lenguaje es significativamente más avanzado y demuestra una serie de propiedades como la productividad, reflexividad o capacidad metalingüística, los seres más primitivos tienen un nivel de comunicación al que nosotros como humanos solo con recientes adelantos tecnológicos hemos tenido acceso, como la ecolocación de mamíferos marinos que se encuentra en estudio por contener indicios (esto porque carecemos de las técnicas para su estudio) de lenguaje digito. Esto sin mencionar que algunos animales poseen órganos sensoriales extra además de los 5 sentidos que compartimos con ellos, indudablemente estos órganos pueden facultarlos para comunicar más que el primitivo lenguaje icono, pero los estudios en este campo no terminan y la evolución tampoco se detiene, puede ser que los animales “nos hablen”.

Pero así como los animales poseen órganos sensoriales especiales, en nosotros son muchos los órganos que intervienen en el habla, desde el cerebro hasta los labios, aunque no existe un órgano específico para dicha función, sin embargo no es suficiente con poseer todos los órganos vinculados con el habla en perfectas condiciones para desarrollarla, en la antigüedad, niños humanos que fueron criados por animales y luego “rescatados” perdieron la facultad del habla en algunos casos, a pesar de no evidenciar problemas fisiológicos que influyeran, no obstante si el niño no es involucrado en el proceso de aprendizaje de una lengua, no desarrollara dicha facultad.

Existen muchas teorías acerca del origen del lenguaje, pasando por la intervención divina hasta la asociación de las palabras con los objetos, por supuesto cuando se propuso esto se desconocía la existencia de las lenguas indígenas en el nuevo mundo. Por otra parte se ha planteado que el lenguaje digito es una “evolución” del lenguaje icónico, involucrando sentimientos, incluso cantos, en los que inicialmente los sonidos producidos por el aparato fonatorio intervenían.

Varios estudios modernos y contemporáneos que han embarcado hacia el océano del estudio del lenguaje y de la lengua y muchas las disciplinas y los teóricos que han intervenido, como también la filosofía del lenguaje que tiene unos 200 años de existencia, sin embargo aun seguimos intrigados y desconocemos mucho acerca de nuestro propio lenguaje, tal vez; cuanto más aprendemos, mas preguntas tenemos.

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